También se espera que los costos de los préstamos aumenten medio punto porcentual en febrero del próximo año, lo que significa que la tasa de depósito alcanzará un máximo del 2,5%. Aparte de eso, se presume que el BCE anunciará la reducción de bonos de su balance a partir de la próxima semana, ya que ha ido acumulando mucho desde que comenzó la crisis.

Todo esto está impulsando el apetito por el riesgo a pesar de que es probable que la Reserva Federal sea más agresiva en sus anuncios el próximo miércoles. Y a pesar del endurecimiento monetario más fuerte en la historia de Europa, se habla de que el BCE todavía está rezagado con respecto a otros bancos centrales en la lucha contra la inflación. Los precios ahora son cinco veces el objetivo del 2%, aunque informes recientes sugieren que el aumento en el índice de precios al consumidor se ha desacelerado. Aun así, nadie espera que las presiones inflacionarias caigan precipitadamente, ya que la eurozona se enfrenta a una crisis energética igualmente grave.

El mayor desafío para el BCE será convencer al mercado de que realmente quiere luchar contra la alta inflación. Sin embargo, los consumidores creen que no han hecho lo suficiente y dicen que sus expectativas de inflación para los próximos 12 meses han aumentado al 5,4 %. Los economistas también han pronosticado aumentos de precios del 6,1 % en la eurozona en 2023 y del 2,2 % en 2024. Además, las perspectivas económicas de la región se están deteriorando. La desaceleración del crecimiento del PIB ha afectado incluso a los miembros más agresivos del Consejo de Gobierno, que recientemente revirtieron su postura política y pidieron un aumento de la tasa de interés de solo 50 puntos básicos en diciembre.

En el mercado de swaps, se espera que la tasa de interés máxima se ubique en torno al 3 %. Al mismo tiempo, se prevé que, a cambio de una política más agresiva, el BCE anuncie el inicio de QT ya en el próximo trimestre.

Esta es la razón por la que la demanda de euros ha aumentado, acercándose a 1,0590. Es probable que una ruptura por encima de esto empuje la cotización hasta 1,0640 y más allá, una caída por debajo de 1,0540 aumentará la presión y empujará al EUR/USD a 1,0500 y 1,0440.

En GBP/USD, una ruptura por encima de 1,2280 llevará la cotización a 1,2340 y luego a 1,2410. La presión volverá si los bajistas toman el control de 1,2220, lo que podría terminar con un mayor colapso a 1,2160 y 1,2100.