Señales moderadas

Primero, el banco central redujo su pronóstico de inflación para el primer trimestre de este año a 9,7 % (anteriormente se esperaba que aumentara a 10,1 %). Al mismo tiempo, el banco central mejoró su previsión sobre la profundidad del declive de la economía británica. Si los economistas anteriores del banco central esperaban una disminución del PIB del Reino Unido del 0,6 % en el primer trimestre de 2023, ahora se espera una disminución más modesta del 0,3 %.

En segundo lugar, el BoE ha cambiado la redacción de la declaración adjunta. En particular, el banco central abandonó su instrucción anterior de que el banco central tendría que actuar "con decisión". El texto del comunicado final de febrero dice que se requerirá un mayor endurecimiento de la política monetaria en caso de un "aumento constante de la presión sobre los precios". Es decir, si el banco central ve señales de que la inflación: a) seguirá siendo demasiado alta; b) permanecerá alta durante demasiado tiempo.

Recuerde que el índice de precios al consumidor de diciembre alcanzó el 10,5 %: ha estado cayendo constantemente por segundo mes consecutivo. El índice CPIH de todos los bienes también salió en la zona roja: con una previsión de crecimiento del 13,9 % (interanual), salió en el 13,4 %. También hay una tendencia bajista de dos meses.

Bailey no ayudó a la libra

En el contexto de la dinámica a la baja de la inflación, así como en medio de la retórica suavizada de la declaración adjunta, se puede suponer que la tasa de interés ya ha alcanzado su punto máximo (que es mucho más bajo que el nivel final esperado de 4,5 %). El banco central aclaró que si la inflación no retoma su crecimiento, sino que muestra una tendencia a la baja, el tema de la próxima subida de tasas se decidirá caso por caso. Es de destacar que cuando los periodistas le preguntaron al gobernador del BoE, Andrew Bailey, si la tasa había alcanzado su punto máximo, respondió algo vagamente, pero en general no refutó tal suposición. Hizo una referencia al texto de la declaración adjunta, llamando la atención sobre el hecho de que el banco central ha cambiado las frases que se usaban anteriormente. Bailey dijo a los periodistas en una conferencia de prensa: "El cambio de lenguaje refleja un giro, pero es muy pronto".

Al comentar sobre la última publicación sobre el crecimiento del índice de precios al consumidor, el jefe del BoE dijo que, según las previsiones de los economistas del banco central, la inflación en el Reino Unido seguirá disminuyendo este año, "y disminuirá considerablemente". El pronóstico actualizado asume que el crecimiento de los precios disminuirá del actual 10,5 % (a/a) a "menos del 4 %" para fines de 2023. Pero en 2024, la inflación debería caer "significativamente por debajo del objetivo del dos por ciento".

Hay algunos momentos más, por así decirlo, de una "postura blanda". A diferencia de la Reserva Federal, el BoE no refutó los rumores de que el banco central podría recurrir a un recorte de tasas a fines de 2023. Bailey solo señaló que si la economía se desarrolla de acuerdo con el pronóstico central, entonces el banco central tendrá que reevaluar.

Además, no debemos olvidar que en la reunión de febrero, dos miembros del Comité - Silvana Tenreyro y Swati Dhingra - votaron nuevamente en contra de subir la tasa de interés. En su opinión, el banco central "ya ha hecho lo suficiente" para frenar el crecimiento inflacionario. Expresaron una posición similar en la reunión anterior de diciembre.

Conclusiones

Aparentemente, el BoE se acerca al final de su actual ciclo de aumento de tasas. Bailey no dice esto directamente, pero sus referencias a la redacción más bien suave de la declaración que lo acompaña dice mucho. Las previsiones actualizadas del banco central, así como la división real en el Comité, también sugieren un sesgo pesimista. Si la inflación en Gran Bretaña continúa mostrando una tendencia a la baja, nos enfrentaremos a la pregunta crucial: ¿Decidirá el BoE subir la tasa nuevamente o detenerla en 4,0 %?

En general, los resultados de la reunión de febrero no fueron a favor de la moneda británica. El par actualizó su mínimo de dos semanas, pero se detuvo en torno a 1,2240. Los operadores se ven obligados a contar con el dólar debilitado, que no permite que los bajistas desarrollen todo su potencial. Si el dólar se estabiliza, es probable que la tendencia bajista se reanude con el objetivo más cercano en 1,2140. En este punto de precio, la línea inferior del indicador de Bandas de Bollinger coincide con el límite superior de la nube de Kumo en el gráfico D1.