El dólar estadounidense ha caído bruscamente debido a los comentarios moderados de los funcionarios de la Reserva Federal y a datos macroeconómicos decepcionantes de Estados Unidos. En este contexto, la moneda europea ha ganado impulso y está recuperando velocidad con confianza. Sin embargo, los analistas esperan que el billete verde se recupere en un futuro cercano y anticipan estabilidad para el euro.
El jueves por la noche, 1 de junio, el dólar estadounidense cayó significativamente frente a otras monedas, principalmente frente al euro. La tendencia a la baja continuó el viernes, 2 de junio. El billete verde se debilitó después de que las expectativas de otro aumento de tasas por parte de la Fed no se cumplieran. En este momento, los operadores ven que la probabilidad de un aumento de 25 puntos básicos es solo del 24%. Este tema se abordará en la próxima reunión del FOMC programada para el 14 de junio. Mientras tanto, algunos analistas esperan un aumento de tasas para fines de julio.
Las expectativas de más aumentos de tasas de interés, así como la dinámica del USD, se vieron afectadas por los comentarios de Patrick Harker, jefe de la Reserva Federal de Filadelfia. Según el funcionario, el regulador debería pausar el ciclo de aumento de tasas de interés. Estas declaraciones han sacudido la posición del dólar, que anteriormente había sido fortalecida por preocupaciones sobre el techo de la deuda estadounidense. Ahora, este problema se ha resuelto. El Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley para suspender el techo de la deuda actual ($31,4 billones), eliminando efectivamente la posibilidad de un incumplimiento y aumentando el apetito por el riesgo en el mercado. En la situación actual, la presión sobre el dólar se ha incrementado, ya que ha perdido apoyo adicional.
Otro factor negativo para la moneda estadounidense fueron las estadísticas decepcionantes de Estados Unidos. Algunas debilidades en los datos de actividad empresarial del sector manufacturero estadounidense también se han convertido en un argumento clave para pausar el ciclo de aumento de tasas de la Fed. Según los informes actuales, se registró una caída en el PMI manufacturero del ISM a 46,9 puntos en mayo. Esto indica una disminución significativa en la actividad manufacturera en Estados Unidos, según enfatizan los expertos.
Además, los datos mixtos sobre el empleo reflejan un crecimiento en la contratación privada en Estados Unidos, mientras que el número de solicitudes de subsidio por desempleo muestra tensión en el mercado laboral. Después de la publicación del informe del ISM, el par EUR/USD experimentó un fuerte aumento hasta el nivel de 1,0750. Mientras tanto, los datos mixtos sobre el empleo en Estados Unidos proporcionaron un apoyo sustancial al par. Según el informe de ADP, la contratación del sector privado aumentó en 278.000 el mes pasado, superando la previsión de 170.000.
La atención del mercado está ahora centrada en el próximo informe del mercado laboral de Estados Unidos que se publicará el viernes 2 de junio. Las estimaciones preliminares sugieren que la economía estadounidense creó 195.000 empleos nuevos (excluyendo el sector agrícola) en mayo. En abril, la lectura fue de 253.000. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo en el país puede aumentar al 3,5% desde la lectura anterior del 3,4%. En cuanto a las tasas de crecimiento salarial, se espera que se desaceleren.
En la situación actual, una tendencia bajista domina el mercado EUR/USD, pero con un sesgo neutral. Según el gráfico técnico, el par está limitado por niveles de resistencia dinámica como el Promedio Móvil Exponencial (EMA) de 100 días, que se encuentra cerca de 1,0772. El siguiente nivel es la marca psicológicamente importante de 1,0800. El viernes por la mañana, 2 de junio, el par EUR/USD estaba operando alrededor de 1,0776, intentando subir más.
Aprovechando la actual caída del dólar, el euro ha subido con confianza tras los datos positivos sobre la economía de la eurozona. La moneda europea se fortaleció después de que la estimación preliminar de Eurostat reportara una desaceleración de la inflación al 6,1% en mayo, por debajo del 7% en abril. Sin embargo, esto estuvo por debajo de las previsiones de los economistas del 6,3%. Al mismo tiempo, la tasa de inflación subyacente en la UE, que se considera un indicador más importante, disminuyó al 5,3% desde el 5,6% anterior. Cabe destacar que los analistas esperaban una disminución al 5,5%.
Una ligera disminución en la inflación en la eurozona es poco probable que impulse al Banco Central Europeo (BCE) a poner fin a su ciclo de endurecimiento de la política monetaria. Los estrategas de divisas en Nomura mantienen una posición similar: "En este momento, la inflación subyacente en la UE solo ha disminuido un 0,4% desde su punto máximo hasta un nivel del 5,3%. Por lo tanto, el regulador europeo aún está lejos de completar el ciclo de endurecimiento". Christine Lagarde, presidenta del BCE, hizo previamente declaraciones agresivas, enfatizando que actualmente no hay evidencia clara de que la inflación subyacente en la eurozona haya alcanzado su punto máximo.
En los próximos meses, el regulador europeo tiene la intención de monitorear de cerca la inflación subyacente y los precios de los servicios en la UE, especialmente su dinámica mensual. Estas medidas son necesarias para determinar la dirección futura de la política monetaria y evaluar si es apropiado pausar los aumentos de tasas en esta situación.
Según los economistas de Nomura, es probable que el BCE aumente su tasa clave en 25 puntos básicos en cada una de las próximas dos reuniones en junio y julio. Esto es necesario para llevar la tasa de política al 3,75%. El banco central solo podrá comenzar a reducir el ciclo de endurecimiento si los precios subyacentes en la UE disminuyen lo suficiente. El regulador cree que el primer recorte de tasas por parte del BCE ocurrirá mucho más tarde de lo que esperan los mercados, específicamente a fines de 2024.
Según los analistas, la disminución de la inflación subyacente en Europa será un factor positivo para el euro. Sin embargo, es poco probable que el dólar se mantenga en una racha perdedora a largo plazo, ya que su actual declive es temporal. Por lo tanto, existe la posibilidad de que el par EUR/USD alcance 1,1500 para fin de año.