Además de las noticias positivas sobre un proyecto de ley aprobado por el Senado sobre el techo de la deuda de Estados Unidos, el sentimiento en el mercado de activos de riesgo también se ve reforzado por las declaraciones de los funcionarios de la Reserva Federal. Últimamente, han estado insinuando frecuentemente una pausa en el aumento de las tasas durante la reunión de este mes.

Los datos recientes sobre la inflación en Estados Unidos dejaron perplejos a los operadores, pero las declaraciones pragmáticas de los políticos estadounidenses, junto con un acuerdo sobre la deuda nacional de Estados Unidos, llevaron a una rápida debilitación del dólar estadounidense.

Ayer, el presidente de la Reserva Federal de Filadelfia, Patrick Harker, dijo que el banco central de Estados Unidos estaba cerca del punto en el que podría dejar de aumentar las tasas de interés y mantenerlas en su nivel actual para reducir la inflación. "Creo que estamos cerca del punto en el que podemos mantener las tasas en su lugar y permitir que la política monetaria haga su trabajo para llevar la inflación de vuelta al objetivo de manera oportuna", comentó Harker durante un evento virtual con la Asociación Nacional de Inversionistas.

El jefe de la Reserva Federal de Filadelfia reafirmó los comentarios que hizo el miércoles, expresando su apoyo para mantener las tasas estables en la reunión de junio, incluso si más adelante los funcionarios necesitaran aumentarlas nuevamente en reuniones posteriores. "Creo que deberíamos hacer una pausa, porque una pausa significa que vamos a mantenerlas por un tiempo, y podríamos hacerlo", dijo. "Deberíamos al menos omitir esta reunión en términos de un aumento. Podemos permitir que algunas de estas cosas se resuelvan por sí mismas, al menos en la medida en que puedan".

Es destacable que la Reserva Federal ha aumentado las tasas en cinco puntos porcentuales en los últimos 14 meses para frenar la inflación. El alivio de la presión de los precios ha llevado a los funcionarios a considerar tomar un respiro en su reunión del 13 al 14 de junio, permitiendo que la economía asimile los aumentos de tasas. Se ha señalado repetidamente que la respuesta de la economía a estos aumentos de tasas agresivos tiende a rezagarse, por lo que el verano es un momento ideal para hacer una verdadera pausa y observar cómo responde la economía y los mercados.

Harker enfatizó que el panorama económico sigue siendo incierto y que evaluará los datos entrantes para decidir si es necesario aplicar una mayor restricción. Aparentemente, ningún responsable político estadounidense quiere llevar la economía a una recesión solo para esforzarse después en salir de ella, pero tampoco se contempla permitir que la inflación se enraíce en la economía. El año pasado, la Reserva Federal dejó claro que preferiría ver recortes en las tasas de crecimiento del PIB real antes que permitir que la inflación se incrustara en la economía.

Harker, quien tiene un puesto de votante en el comité este año, también resaltó que la inflación aún se encuentra muy por encima del nivel objetivo de la Reserva Federal del 2%. A pesar de la disminución desde un pico del 7% hace un año, la medida de cambio de precios preferida por la Reserva Federal aumentó al 4,4% en abril desde el 4,2%. "La desinflación está en marcha, pero lo está haciendo a un ritmo decepcionantemente lento", dijo Harker.

En cuanto al par EUR/USD, ha comenzado la corrección. Los alcistas deben defender 1,0740 y alcanzar 1,0770. Esto les permitirá elevar el precio a 1,0800. A partir de este nivel, el par podría subir a 1,0835, pero hacerlo sin estadísticas fundamentales sólidas de la eurozona y con datos débiles de Estados Unidos podría ser bastante desafiante. Si el instrumento disminuye, es probable que los alcistas actúen cerca de 1,0740. Si no toman medidas, es mejor esperar a que el precio alcance un mínimo de 1,0700 o considerar posiciones largas en 1,0666.

En cuanto al par GBP/USD, la demanda de la libra esterlina sigue siendo fuerte. Se puede esperar un crecimiento del par después de que se estabilice por encima de 1,2540. Si se rompe este nivel, el par puede recuperarse hasta 1,2580. Después de eso, el par libra/dólar podría dispararse hasta 1,2610. Si el par cae, los bajistas intentarán tomar el control por debajo de 1,2500. Si tienen éxito, esto podría perjudicar las posiciones alcistas y empujar el precio a un mínimo de 1,2470, llevando el par a la baja hasta 1,2440.